"Sostengo que la Verdad es una tierra sin caminos, y no es posible acercarse a ella por ningún sendero, por ninguna religión, por ninguna secta. La verdad puede ser descubierta por cualquiera de nosotros, sin la ayuda de autoridad alguna; al igual que la vida, está siempre presente en un sólo instante"

Jiddu Krishnamurti

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Thursday, July 5, 2018

Ni Dios, ni Big Bang


Si suponemos que el universo es infinito, entonces por lógica consecuentemente debemos asumir que no pudo haber existido un principio, ni tampoco jamás habrá un final. Un universo infinito no solo es inmensamente grande, sino que por definición su magnitud es indeterminable tanto en el espacio como en el tiempo, ya que bajo todo sentido carece de limitaciones. Este tipo de instropecciones no son meras abstracciones metafísicas, sino que tienen consecuencias en nuestras vidas. Una implicación del infinito es que no puede existir un Creador Universal o Dios.
Según la teoría del Big Bang, modelo imperante para explicar el cosmos, el universo tuvo su origen en una enorme explosión cósmica ocurrida hace aproximadamente unos 13.8 mil millones de años. Qué existía antes de aquel momento los físicos poco se aventuran en elaborar, limitándose a teorizar que antes de aquel instante primigenio no existía nada, ni siquiera el tiempo. Habría que preguntarse porqué el universo decidió de nacer precisamente en aquel particular momento y no, digamos, unos 10 o 300 mil millones de años antes. Aunque este modelo aun tiene muchas preguntas sin resolver, súbitamente desde un principio la religión acepta esta teoría implicando que Dios es el causante del Big Bang.
En este sentido no existe ninguna discrepancia entre ciencia y religión, puesto que ambas presumen que la existencia tuvo un inicio; casual y espontaneo según la ciencia, y divinamente inducido según la religión. Pero, por el contrario, un universo infinito por defecto excluye una causa que lo origine, así como de cualquier entidad que lo trascienda -Dios-, puesto que por definición y por lógica nada puede anteceder ni superar al infinito. La Iglesia Católica elude el asunto convenientemente sosteniendo en un simplismo que solamente Dios es infinito.
El infinito, o un universo sin principio, parece ser un concepto difícil de aceptar por la mente humana. Ello es, seguramente, debido, como dijo Bertrand Russell, a nuestra escasa capacidad imaginativa. Pero también se debe al hecho de que el concepto de un Ser Supremo del universo tiende a ser propiciado por las élites ya que nuestras sociedades e instituciones (incluyendo la religión) están estructuradas en base a una jerarquía del poder, la cual haya un respaldo ideológico, y auto asignada legitimidad, en un cosmos subordinado con un Creador en su cúspide. Un universo infinito desmonta este orden, y he aquí la principal razón por la que este bello y fundamental concepto tiende a ser desestimado a expensas de la idea de la Creación. ¿Aceptaría el religioso llamar a Dios con otro nombre, por ejemplo: Infinito?
Fundamental es diferenciar que el Big Bang es solamente una representación elaborada por el hombre, una imagen aproximativa de la realidad y no reflejo de la verdad cósmica. De igual importancia es reconocer que la religión hace exactamente lo mismo, aunque con otro lenguaje. El mapa (desde luego una creación humana) no es el territorio. El territorio, es decir la realidad y que incluye al cosmos, es vasta, incommensurable, indefinible e infinitamente mas grande que cualquier concepción que jamás podrá alcanzar la mente humana.
  
“Vamos a requerir de una manera sustancialmente nueva de pensar si la humanidad va a sobrevivir."
Albert Einstein

2 comments:

Producción PHDA said...
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Andres Mazzitelli said...

Estoy absolutamente de acuerdo con tu análisis. Encontré excelente material en este Blog, así que mis felicitaciones por tu trabajo. Sin ánimo de polemizar, pero la expansión del Universo está probada, medida y monitoreada desde hace más de medio siglo. Que la tasa de expansión está acelerando, también está (desgraciadamente) probada. La idea de un Big Bang fue rápidamente abrazada por la Iglesia sin ver que en realidad era una especie de salvavidas de cemento. Porque si la función de Dios fue empujar el Big Bang, habría que decir que no intervino más a partir de ese momento, y que el Universo siguió evolucionando solo a partir de las leyes que se determinaron en el momento de la explosión. Bueno, da para mucho. Te mando un saludo afectuoso.