En una entrevista realizada algún tiempo atrás al escritor
Gabriel García Márquez sobre ovnis y vida extraterrestre y publicada por el
diario colombiano El Tiempo, el novelista Premio Nobel dio en el diálogo una
muestra de lucidez, visión e inteligencia propias dignas de un hombre de
sabiduría. A pesar de lo juicioso e inspirado de sus respuestas, algunos medios
que reprodujeron la entrevista han querido resaltar la naturaleza especulativa de
este tipo de temas advirtiéndole al lector de utilizar “cautela” e “imaginación”
ante las declaraciones recordándole que García Márquez es esencialmente un
escritor de ficción.
Ante la pregunta sobre la posibilidad de la existencia
de vida en otros planetas, García Márquez en aquella entrevista resumía: “Es
conmovedora la soberbia de quienes afirman que nuestro planeta es el único
habitado. Creo más bien que somos algo así como una aldea perdida en la
provincia menos interesante del Universo, y que los discos luminosos que vemos
pasar en la noche de los siglos nos miran a nosotros como nosotros miramos a
las gallinas.” Con respecto a los ovnis dijo, “Mi opinión sobre los ovnis es de
sentido común: creo que son naves procedentes de otros planetas, pero cuyo
destino no es la Tierra.”
La entrevista continuó extendiéndose sobre el tema y concluyó
con la siguiente descripción sobre su visión de la situación del hombre y la
ciencia en la actualidad: “Mientras la ciencia sea experimental - y no
clarividente, como lo fue la alquimia y como sólo puede serlo la poesía en
nuestros tiempos - la humanidad seguirá formando parte del reino de los
percebes. Seguiremos viendo con la boca abierta esos discos luminosos que ya
eran familiares en las noches de la Biblia, y seguiremos negando su existencia
aunque sus tripulantes se sienten a almorzar con nosotros, como ocurrió tantas
veces en el pasado, porque somos los habitantes del planeta más provinciano,
reaccionario y atrasado del Universo.”
A pesar del carácter especulativo y tono trivial y
burlesco que a menudo tiende a rodear este tema, es extraño que otros no menos insólitos
no cuenten con las mismas advertencias ni escepticismos, sino más bien todo lo
contrario. Las religiones refieren contextos similarmente –cuando no más-
sorprendentes e inusuales como por ejemplo resurrecciones, nubes parlantes, seres
alados, violaciones de las leyes físicas y otros asuntos fuera de lo ordinario
y de difícil comprensión; sin embargo no solamente nunca se le advierte al
asistente de utilizar cautela ante semejantes espectaculares predicaciones, sino
que además de darlas como hechos históricos irrefutables e indiscutibles, se le
tiende a condenar a quien no se adhiere sumisa y ciegamente a sus verdades.
Es una poco reconocida y peculiarmente común inconsistencia
en la que muchos incurren cuando desestiman el tema ovnis-extraterrestres
considerándolo como improbable, mera ficción, o negándolo totalmente incluso, pero
al mismo tiempo creen fervorosamente en milagros, en lo incomprobable, en un incomprensible
Dios inmaterial creador del universo, y devotamente asisten a las predicas
religiosas.
"Deben encontrarlo difícil... aquellos que toman a la autoridad
como verdad, en vez de la verdad como autoridad”
Gerald Massey (1828-1907) Poeta británico
Gerald Massey (1828-1907) Poeta británico
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