"Sostengo que la Verdad es una tierra sin caminos, y no es posible acercarse a ella por ningún sendero, por ninguna religión, por ninguna secta. La verdad puede ser descubierta por cualquiera de nosotros, sin la ayuda de autoridad alguna; al igual que la vida, está siempre presente en un sólo instante"

Jiddu Krishnamurti

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Friday, September 1, 2017

Dios de la guerra, sí hay


Durante un acto de clausura de un evento interreligioso llevado a cabo en la ciudad italiana de Assisi en septiembre del 2016 el Papa Bergoglio declaró que “no existe un Dios de la guerra”. Como máxima autoridad de la Iglesisa el Papa debería conocer mejor el texto bíblico. Sí existe un dios de la guerra y no es ningún invento, sino el mismísimo Dios bíblico quien así abiertamente se manifiesta.
En Exodo 15:3 está escrito “Jehová es un guerrero. ¡Jehová es su nombre!”. Y como cualquier guerrero, Dios también tiene enemigos, pues así lo refiere Nahúm 1: “y se enoja con sus enemigos”. Y según el verso 9 de este mismo capítulo Dios no toma venganza dos veces de sus enemigos ya que a manera de buen combatiente los “extermina por completo”. En Samuel 6:19, Dios hace morir a 50.000 hombres porque habían mirado dentro del Arca de Jehová. En Números 31:7-18, siguiendo órdenes de Dios, los israelitas matan a todo el pueblo de Madián con excepción de las mujeres vírgenes las cuales son tomadas como botín de guerra. En Oseas 13:16, “Samaria será asolada, porque se rebeló contra su Dios; caerán a espada, sus niños serán estrellados, y abiertas sus mujeres encintas.” En Exodo 12:29, “Jehová hirió a todo primogénito en la tierra de Egipto… y todo primogénito de los animales.” En Ezequiel 9:5-7, “Pasad por la ciudad en pos de él, y matad; no miren con piedad vuestros ojos, no tengáis compasión. Matad a viejos, a jóvenes y a vírgenes, a niños y a mujeres, hasta que no quede ninguno.” En Jeremías 25:32, “Jehová de los ejércitos”. En Josué 5:13, viendo Josué a un hombre con una espada y al preguntarle si era amigo o enemigo, éste le responde que ha “venido como Príncipe del ejército de Jehová”. Y qué decir del gran Diluvio el cual causó innumerables muertes: toda la población humana y mundo animal (Genesis 7:21-23).
El Antiguo Testamento está repleto de pasajes similares en los cuales la palabra de Dios, lejos de evocar alguna espiritualidad, mas bien se halla rodeada de un vocabulario contextual explícito propio de un conflicto bélico: ejércitos, guerreros, capitanes, sangre, batallas, enemigo, armas de guerra, prisioneros, matar, cortar cabezas, devastación, odio, etc. Tras leer el Antiguo Testamento queda claro que Jehová no solamente es un Dios celoso y vengador, sino también genocida, infanticida, filicida, misógino, homófobo, racista y mentiroso. Son tantos los atributos que el famoso ateísta británico Richard Dawkins resume definiendo a Jehová como el carácter mas desagradable de cualquier ficción.
Sobre quién es este ser, tal vez la explicación la tengan los gnósticos, quienes sostienen que Jehová es un impostor y no el verdadero Dios. La proliferación por el mundo de tanta iniquidad, imposiciones y guerras pareciera indicar que este planeta estuviera en manos no de un Dios bondadoso y de amor, sino precisamente de algún ente perverso. La superpotencia global estadounidense lleva mas de 220 de sus 241 años de historia desde fundada, en guerra. El dólar americano lleva inscrita la frase “In God we trust”, “En Dios tenemos fe”, ¿quizás una muestra de que este sistema y estado de cosas global efectivamente tienen el aval de este poderoso ser siniestro?

 “Cada vez que leemos las historias obscenas, la corrupción voluptuosa, las ejecuciones crueles y tortuosas, la venganza implacable, con lo que más de la mitad de la Biblia está llena, sería más consistente que la llamáramos la palabra de un demonio, antes que la Palabra de Dios”.
Thomas Paine (1736-1809) Político, escritor, filósofo y uno de los Padres fundadores de los Estados Unidos.

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