"Sostengo que la Verdad es una tierra sin caminos, y no es posible acercarse a ella por ningún sendero, por ninguna religión, por ninguna secta. La verdad puede ser descubierta por cualquiera de nosotros, sin la ayuda de autoridad alguna; al igual que la vida, está siempre presente en un sólo instante"

Jiddu Krishnamurti

Secciones

Thursday, May 19, 2016

Negación plausible y la ficción


Del inglés plausible deniability, la negación plausible se refiere a una condición por la cual una persona u organización puede, de manera segura y creíble, negar el conocimiento de cualquier verdad que pueda existir. Esencialmente se trata de la retención de información por parte de altos funcionarios sobre actos abusivos o ilegales conducidos de su parte y de tal manera de poder alegarse que los hechos nunca ocurrieron. Aunque el concepto no es algo nuevo, el director de la CIA Allen Dulles, durante los años 50, fue el primero en acuñar y utilizar la expresión públicamente.
El término es un concepto legal en la jurisprudencia estadounidense y goza de un vasto uso particularmente en los campos político y del espionaje. Mediante este concepto, estructuras de poder y cadenas de mando pueden, de ser necesario, oficial y legalmente negar la existencia de órdenes particulares impartidas por sus jerarquías. La creación misma de esos poderes y cadenas de mando está llevada a cabo con el concepto de la negación plausible implícito en sus estructuras desde un principio. De este modo, organizaciones como la CIA pueden llevar a cabo acciones delictivas, como por ejemplo asesinatos, y poder negar, por parte de sus más altos oficiales, cualquier nexo y conocimiento de dichas ordenes así como de los agentes involucrados, y de no implicar al Presidente del país en manera alguna, aun siendo el presidente abiertamente partidario de tales ejecuciones.
El concepto, además de servirnos para entender ciertos aspectos de la realidad política estadounidense, también nos sirve para vislumbrar una realidad poco reconocida sobre el mundo de la literatura. Muchos escritos de ficción en realidad no son creaciones imaginarias de una mente súper dotada, sino relatos de episodios realmente acontecidos aunque camuflados en un formato de novela mediante la asignación de personajes, escenarios, nombres y lugares ficticios. Agentes secretos, activistas, pensadores e intelectuales con visiones e historias peligrosas que contar han recurrido a la forma ficticia como una manera segura de exponer sus verdades o visiones evitando así posibles represalias o consecuencias no deseadas; es decir evadiendo responsabilidad directa. La historia de la literatura está repleta de obras que por necesidad ante la censura y el peligro de la persecución, la condena o el ostracismo, han recurrido a la narrativa de diálogos alegóricos, sátiras o comedias como forma aceptable para exponer vivencias, visiones y realidades. 
Además, es importante tener presente que es más fácil contar verdades que inventarse mentiras. En una obra de ficción no se le acusa ni involucra directamente a nadie en particular de la vida real, ni tampoco se crea ningún perjuicio, puesto que todo lo que en ella acontece es -supuestamente- pura historia inventada. Es la negación plausible del autor. Así pues, ¿cuantas verdades y realidades estaremos entonces desestimando equivocadamente tomándolas por meras ficciones? Seguramente muchas. Tal y como dijo Mark Twain: “la única diferencia entre ficción y realidad, es que la ficción debe ser creíble”.

"La verdad es más extraña que la ficción”
Mark Twain (1835-1910) Escritor y periodista estadounidense.

No comments: