"Sostengo que la Verdad es una tierra sin caminos, y no es posible acercarse a ella por ningún sendero, por ninguna religión, por ninguna secta. La verdad puede ser descubierta por cualquiera de nosotros, sin la ayuda de autoridad alguna; al igual que la vida, está siempre presente en un sólo instante"

Jiddu Krishnamurti

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Saturday, September 12, 2020

Dios tiene trasero


Para el incauto este enunciado pudiera parecer una blasfemia. Pero de ningún modo lo es, puesto que quien manifiesta dicha expresión no es nada más ni nada menos que el mismísimo dios del Antiguo Testamento, específicamente en el último versículo del capítulo 33 del libro Éxodo cuando Moisés, al exigirle a Jehová una muestra de su gloria, este le responde: “verás mis espaldas, pero no se verá mi rostro.” 

En numerosas referencias bíblicas el dios Jehová da muestras de ser un sujeto físico material de carne y hueso, y no una entidad espiritual incorpórea. Nada más en este capítulo del Éxodo en el versículo 11 dice así: “Jehová hablaba con Moisés cara a cara, como habla cualquiera con su compañero.” En el versículo 17 dice Jehová: “has hallado gracia a mis ojos”. Y también en el último versículo 23 cuando Jehová le indica a Moisés: “Después apartaré mi mano”. Es decir, Dios tiene espaldas, mano, cara, ojos, rostro y habla como cualquiera.

Quizás sea por eso mismo que Moisés le exige a Jehová una muestra de su gloria, una prueba de sus capacidades. En otras palabras, Moisés es consciente de no tener ante sí al intangible Creador del universo, sino un ser físico, ciertamente más poderoso que el hombre y posiblemente extraterrestre, pero un ser falible, tangible al fin y perteneciente al mundo material, un “dios menor” si se quiere. Efectivamente, el hecho de que llevara un nombre era precisamente para distinguirlo de los demás dioses similares que en aquella época merodeaban por aquellas zonas y que resultan en el texto bíblico. Es aquí donde cobra sentido el primer mandamiento de Jehová a Moisés cuando le prohíbe tener dioses ajenos y se auto declara celoso. Es decir, el mismísimo Jehová abiertamente admite tener pares. ¿Que necesidad tendría el Creador del universo de semejante advertencia, si es el único?

En el último versículo de este mismo capítulo queda claro que Jehová tampoco es omnipotente, ya que es incapaz de controlar su propia fuerza. Jehová accede mostrar su gloria, pero le advierte a Moisés de protegerse colocándose detrás de una roca puesto que, al pasar, nadie puede verlo y seguir viviendo. Le instruye que solo podrá verlo una vez que haya pasado y desde la parte posterior. Si bien la interpretación metafórica del texto bíblico sea admisible, ¿por qué razón ha de ser la gloria divina tan mortal?, ¿que es exactamente? Su letalidad además es unidireccional, de frente, como un arma. ¿Y por qué esta connotación tan negativa con la supuesta divinidad? 

Es decir, a dios no se le puede ver el rostro por peligro de muerte, pero sí el trasero. Es una conducta extraña, por decir lo menos, en particular si se tratare del Creador Universal, que ciertamente no lo es. El gran pintor y genio del Renacimiento Miguel Ángel plasma dicho episodio en la Capilla Sixtina mostrando explícitamente la trascendental retaguardia divina, tal vez queriéndonos indicar que en alguna manera todo este asunto quizás sea una enorme tomadura de pelo, o como dicen los italianos: ¿una tomadura por el trasero?

 

“La religión es considerada por la gente común como verdadera, por los sabios como falsa, y por los gobernantes como útil”.

Séneca

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