Algunos años atrás en un noticiero del principal canal televisivo estatal italiano RAI 1, en el elenco de los titulares del día, por último y como nota de farándula el reportero Vincenzo Mollica anunciaba sobre el hecho de que el astronauta de la NASA Edgar Mitchell estaba “convencido” de que los ovnis existen, en un tono que sugería indicios de demencia para el astronauta.
Edgar Mitchell es el sexto hombre en caminar sobre suelo lunar. Con cuatro diplomas incluyendo un doctorado del MIT, escritor de artículos, varios libros publicados y conferencista internacional, podemos concluir que es una persona con un sumo grado de preparación, inteligencia y cuyas aseveraciones no deberían tomarse a la ligera.
No solo creía Edgar Mitchell en los ovnis sino también en el contacto con extraterrestres, afirmando que la pregunta que debemos hacernos no es si existen o no, sino que de dónde provienen, y abogando además por la apertura de los archivos secretos del gobierno estadounidense sobre esta cuestión. Mitchell admite que personalmente no ha avistados ovnis, pero que muchas de sus informaciones provienen de colegas quienes han visto pero que por temor a sus carreras no se atreven a declarar en público.
El enfoque superficial, dudoso y caricaturesco que le ha dado la RAI italiana a un hombre que ha sido representante de la humanidad entera en el espacio exterior no difiere mucho de la perspectiva despreciativa que comúnmente dan los numerosos medios alrededor del mundo, así como el público en general, cuando se trata el tema ovnis-extraterrestres.
Sin embargo la pregunta que uno debería hacerse es ¿cómo será que estos reporteros nunca se dirigen hacia el Papa o al credo religioso con un tono similar? Como por ejemplo: en la ciudad del Vaticano en Italia, un señor vestido siempre de blanco y jefe de la comunidad Cristiana está “convencido” de que la resurrección humana sea posible y que un hombre hace dos mil años atrás lograba transmutarse, realizar milagros e inclusive lograba caminar sobre el agua. Eventos estos que para el común de los cristianos son incuestionables, pero que ni el presente Papa ni los 266 que lo antecedieron, ni la totalidad del clero de estos últimos 2 mil años junto a los feligreses, con la única excepción de San Pedro, han presenciado.
Debemos reflexionar sobre cuales de estas dos visiones tenga mas sentido común y probabilidad de ser real y lógica: si los milagros y portentos bíblicos que miles de años atrás solo unos pocos han presenciado; o los ovnis que son avistados a diario por los miles alrededor del mundo. ¿Porqué un concepto tan factible y de fácil comprensión como el de la vida en el universo viene tomado tan a la ligera e incluso de manera irrisoria mientras que otros que son inverosímiles y de difícil comprensión como los que presenta la doctrina cristiana son dados por ciertos y reverenciados a la letra?
Había dicho el renombrado astrónomo estadounidense Carl Sagan que afirmaciones extraordinarias requieren de evidencia extraordinaria. Es una hipocresía o simple ingenuidad pretender escepticismo ante el tema ovnis-extraterrestres exigiendo evidencias pero no hacer lo mismo ante la cuestión religiosa.
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